Aún recomponiéndonos del chasco de no poder ascender al Kawa Ijen, nos pusimos manos a la obra con el siguiente destino: llegar al remoto pueblo de Cemoro Lawang para ver Gunung Bromo, el segundo volcán que nos encontramos en el camino.
La línea ferroviaria nos llevó a la sucia y ruidosa ciudad de Probolinggo donde, muy a nuestro pesar y al ser ya tarde, tuvimos que hacer noche en un hostal que dejaba mucho que desear. A pesar de todo, nuestro camino no fue tan desagradable, conocimos a un amable y simpatiquísimo indonesio (Raj) que nos amenizó el viaje de 5 horas y con el que nos divertimos mucho. Adora los españoles y le caímos muy bien así que ¡ya tenemos casa en Surabaya cuando queramos!, lástima que no estuviera en nuestros planes.
A la mañana siguiente, bien temprano, nos dirijimos en busca de la camioneta que nos llevara al puerto de montaña para poder maravillarnos con el Bromo. Una vez localizada, tuvimos que esperar 2 horas y media a que se llenara para poder subir, y es que si no, las furgonetas no salen o pretenden que pagues los pasajes vacíos. Esto junto con lo tortuoso de las carreteras e ir 17 personas hacinadas en el hueco de 15, hizo que no llegramos a nuestro destino hasta las 2 del mediodía.
Pero no nos podemos quejar porque gracias a esa espera, coincidimos con un grupo bastante heterogéneo y majete de mochileros locos como nosotros en busca de aventuras.
Nada más llegar hicimos piña y nos hospedamos todos en hostales vecinos. Decidimos hacer la ruta juntos y como todos eramos un poco piratillas y lo que buscabamos era sacar tiempo para poder hacer todo lo que nos proponemos en nuetros itinerarios, fichamos una ruta alterantiva para acceder al "Mar de Arena" que nos llevaría al cráter del volcán gratis (el precio nos pareció a todos desorbitado); y, lo conseguimos, pero a mitad de camino nos cogieron y nos tocó dar media vuelta después de unas cuantas risas.
Cuando estas tan lejos de tu casa y de tu gente, tú no eliges con quién te cruzas sino que el destino elige por tí, y es curioso lo fácil que es entablar una conversación y una amistad con gente que está en tu misma situación.
Al caer la noche retomamos nuestros planes de ascender al mirador enclavado en la montaña para poder observar el amanecer y las majestuosas vistas. Así que a las 3 de la mañana sonaron los despertadores y con frío y sueño nos tocó subir 3 o 4 km de camino empinado, menos complicado de lo que pensábamos, pero aún así peliagudo.
Y mereció la pena. ¿Cómo descrbir las vistas?. El cono humeante del Bromo es solo una de las tres cumbres que emergen del macizo de Tengger (una caldera de 10 km de anchura con empinadas laderas que se precipitan a un vasto mar de ceniza y arena); junto, un cono mayor, el de la montaña más grande de Java, el Gunung Semeru.
Os ponemos unas fotos para que veais qué maravilla, mientras viajamos en tren a la famosa Yogyakarta con algunos de nuestros colegas y con cierta penanpor habernos despedido del resto.
Una mención especia a Jose y Reyes, una pareja de españoles, con los que compartimos experiencias.
Que chulo Marina!!!a seguir disfrutando y a seguir haciendonoslo vivir asi de cerquita!!
ResponderEliminarUn besito muy fuerte para los dos!!Miguel,animate a escribir un poco mas!!!
ResponderEliminarGracias Raquel!!!!estamos pletóricos, cada dia es una experiencia jejeje. Miguel escribe, algunas cosas pero como lo hacemos desde mi tablet siempre sale mi nombre!!pero si, que escriba más jijiji. Un besazo guapaaaa
EliminarYa llevo dos lo que pasaes que lohago desde la tablet de Marina y esta su cuenta. De tpdas formas el proximo sera mio.jeje...
ResponderEliminarMe alegró un montón que lo estéis disfrutando así!! Seguir así, que nos tendréis enganchados.un besazooo
ResponderEliminarMe alegró un montón que lo estéis disfrutando así!! Seguir así, que nos tendréis enganchados.un besazooo
ResponderEliminar¡Qué maravilla! Disfrutad mucho.
ResponderEliminarCo.