sábado, 23 de enero de 2016

Nusa Tenggara. Primera parada: Lombok

Los últimos días habían sido una paliza. Avión, moto, nervios, ascenso hasta el Infierno...ahora tocaba nuestro merecido descanso.
Para ello, ¿qué mejor que una semana en la provincia indonesia de Nusa Tenggara? Esta provincia la forman islas como Lombok, Islas Gili, Sumbawa, Komodo o Flores y, aunque necesitas al menos un mes para ver suficiente, nosotros queríamos pasar aunque fuera una semana en las islas más cercanas: la tropical isla de Lombok y las paradisíacas Islas Gili.
Nuestro primer destino fue Lombok, la hermana menos conocida de Bali. Ésto hace que sea una isla mucho menos masificada, lo que nos facilitó poder disfrutar al detalle de una isla mucho más virgen y natural. Disfrutamos mucho recorriéndola de Sur a Norte.
Para llegar hasta esta isla tuvimos que coger una minivan hasta Padangbai y luego un bote que nos dejó en Lombok. Sí, en Lombok pero lejos del pueblo al que íbamos y al que, muy amablemente, nos prometió el chico de la agencia (si lo pillo lo mato) que llegaríamos. En cambio nos dejó el barco en un puerto a unos 25 km de Senggigi, nuestro pueblo base desde el que salir a ver la isla. Tuvimos que arreglárnoslas para llegar pero ya somos perros viejos.
Llegados a Senggigi, pueblo situado en el centro costero de la isla, pudimos comprobar lo que pensábamos, que en él teníamos todas las facilidades que necesitábamos para asaltar nuestros itinerarios (ya preparados previamente por Marina) de los próximos días.
Tras encontrar alojamiento y arreglar lo del alquiler de la moto, decimoctava y última en el viaje, nos dispusimos a inspeccionar los alrededores del pueblo. Empezando, como no, por su playa. En Lombok todas las playas son bonitas y ésta para empezar no estuvo mal, más aún cuando subimos al bar a tomar una cerveza happy hour frente a la puesta del Sol sobre el Mar.
Al día siguiente empezaba lo bueno, 60km hacia la sureña región de Kuta Lombok, por el centro de la isla entre campos de arrozales para llegar a la primera parada: el puble de Gerupuk (en la bahía del mismo nombre), un pueblo pescador famoso por tener un rompiente muy propicio para el surf. La segunda parada, a sólo un par de kilómetros, la playa de Tanjung An, puede que una de las 3 mejores de todas en las que hemos estado en estos 4 meses, alucinante.Tanjung debe significar "bahía" porque se enclava dentro de una enorme bahía en la que la roca, la arena y el color turquesa del agua resultaron un estímulo tremendo para la vista. En su centro, un columpio de madera sobre el agua en el cual se leen las palabras "sama sama" ("de nada"). Más visual si cabe aún, fue cuando subimos a la colina Oeste de la misma, desde la cual se divisa por completo toda esta maravillosa playa.
A continuación, las playas Princess Mandalika, Kuta Beach (igual que en Bali, se rompen los sesos con los nombres) y Aleguring, donde comimos.
Para acabar dos playas más, la famosa entre los surfers por sus olas Mawi Beach y la casi inaccesible para nosotros (el "MapsMe" nos metió por todo el campo), Selong Belanak, que es la segunda mejor de toda la isla en mi opinión, otra pasada.
Tras todo un día visitando las playas del Sur, volvimos al pueblo para despedir el día en el mirador junto a los lugareños. Una buena cena y a dormir que al día siguiente venían curvas.
La ruta del siguiente día consistía en ir hacia el Norte (unos 80 km) hasta Senaru, pueblo situado a las faldas del volcán Rinjani. En este caso no para visitar el famoso volcán (por ser un trekking de 3 días, demasiado tiempo, y más tras la aventura del Ijen), sino para adentrarnos en los bosques bajo la montaña en busca de las famosas cascadas de Sendang Gile y Tiu Kelep.
La primera era la más accesible, una preciosa catarata de 25 metros en varios niveles que salía directamente de la vegetación de la pared de la montaña. Difícil de superar.
Difícil pero superada por la segunda de ellas, puede que la mejor de todas las que hemos visto y, sin duda la más selvática y verde.
Tras una media hora de camino río arriba, a veces por la ribera, a veces por el propio río, llegamos a la increíble Tiu Kelep. Tremendo salto de agua de 30 metros que se divide en decenas de chorros menores que, junto con el verde de la selva, nos dejó con la boca abierta.
Al ser tan alto el salto de agua y al haber tanta, se formaba un "chirimiri" muy fino que, al condensarse, creaba nubes sobre el río y que nos empapó por completo incluso antes de llegar al fondo de la cascada.
Bajo la misma se situaba una enorme piscina natural. Habíamos ido con la idea de bañarnos pero, visto que ya estábamos empapados y que el agua estaba helada, decidimos quedarnos observando la belleza que se alzaba delante de nuestros ojos hasta cansarnos.

Al volver nos cruzamos con una horda de domingueros locales que, seguramente, invadieron las cascadas. Suerte que fiumos temprano.
A la tarde fuimos a la playa del pueblo de Bangsal y, antes del atardecer, nos dio tiempo para visitar uno de los pocos templos hinduistas de Lombok, el Pura Batu Bolong, situado a orillas del mar y orientado al Oeste.
 
La siguiente parada será las paradisíacas Islas Gili. Pero antes, una fotillos de Lombok.






















3 comentarios:

  1. Vaya fotazas!!!!! Normal k estéis enganchados jjjjj bss mochileros

    ResponderEliminar
  2. Las cascadas son preciosas dan ganas de meterse debajo seguir disfrutando chicos

    ResponderEliminar
  3. Que bonito!!ya sois unos expertos totales en atardeceres!!

    ResponderEliminar