Koh Lanta: La isla de la tranquilidad

Aún con la resaca del potente baño de experiencias en Koh Phi Phi llegamos a Koh Lanta. Un conjunto de islas situadas más al sur, cuya isla principal es Koh Lanta Yai, en la cual desembarcamos. 

Al ser una isla alargada y rodeada de playa por su costa oeste,  poco importaba a qué altura alojarnos,  lo que estaba claro es que volveríamos a estar motorizados.
Tras detenernos en Pra Ae Beach, tercera playa hacia el sur desde el puerto, buscamos alojamiento barato por los carriles aledaños a la playa. Allí conseguimos un bungalow muy mono a dos minutos de la playa.

Descansar era nuestra prioridad y es lo que hicimos nada más llegar, calculando estar en pie y bien repuestos para ver atardecer en nuestra nueva playa. Y no es por nada pero, despues de escudriñar todas las playas de la isla, acabamos dándonos cuenta de que fuimos a parar a la mejor de ellas. ¡Eso es puntería!
Ahora en serio, si la playa era buena, la puesta de Sol con diferencia la mejor de todas las que hemos visto desde que pisamos Bali hace 53 días. Como había llovido un poco, teníamos el atardecer a un lado y al otro lado un arco iris completo. Una maravilla.
Ya sabíamos de qué iba esta isla: coger la moto, buscar y disfrutar sus playas todo el día, llegar a tiempo a nuestra superplaya para ver si la puesta de Sol superaba a la del día anterior y continuar con el relax en sus innumerables chiringuitos a pie de playa. Vamos, un estres...

De entre las que vimos destacamos: la playa Bambú (Ao Mai Pai), una preciosa playa que tuvimos casi para nosotros solos; la Waterfall Beach (Klong Jak Bay), llamada así por ser la desembocadura de una pequeña cascada y con un rústico pero perfecto chiringuito donde tomar una Chang; y la Nui Bay. Aunque por el camino dejamos muhas más.

Podíamos hacer otras actividades: una excursión a cuatro Islas vecinas, donde hacer Snorkel, ver bellas playas e incluso la Cueva Esmeralda (el mayor reclamo de la zona) pero resultó ser excesivamente cara y para nosotros un poco más de lo mismo, si además tenemos en cuenta que entre nuestros planes estaba pasar por la famosa Koh Tao (meca del buceo). También pudimos visitar la "Cueva del Tigre" que, aunque el nombre mola, nos informamos bien y no era para tanto. ¡Vamos, que estar en la playa sin hacer ná era lo que nos apetecía más!

Además nos vino bien para poner al día el blog, cosa que agradeceréis, ya que lo llevábamos algo retrasado.
No nos envidiéis demasiado al ver estas fotitos que sabemos que por ahí ya ha empezado el fresquito. Chao...