lunes, 20 de marzo de 2017

Y llegó la hora de Filipinas. Primeras impresiones en Puerto Princesa

Tocaba hacer las mochilas y tomar otro vuelo, bueno, en realidad dos. El primero a Manila, la capital de Filipinas y desde allí otro a Puerto Princesa, la capital de la Isla Palawan.
El día iba a ser largo pero esta vez, al menos, no empezaba tan temprano y descansamos algo mejor. Solo teníamos que coger nuestro ya conocido metro para llegar al aeropuerto y dejarnos llevar al siguiente destino.
En algo así como una hora y cuarenta minutos estábamos aterrizando en Manila y, nada mas bajar del avión, el guantazo de calor y humedad nos hizo recordar el clima del Sudeste Asiático. Y a la hora de coger el autobús que nos cambiaría de terminal para tomar el siguiente vuelo, la tranquilidad y parsimonia de la gente ahí estaba.
No podemos decir todavía nada de Manila porque apenas pasamos un par de horas allí, pero intuímos por la cantidad de tráfico, bullicio y suciedad que iba a ser una ciudad frenética.
Llegados a la terminal 4, donde salen los vuelos domésticos (parecía una estación de autobús cualquiera), también intuimos que este país es bastante pobre en infraestructuras. Solo una hora de avión nos separaba de nuestro ansiado destino... Palawan.

Pero antes de continuar vamos a hablaros un poco de donde estamos.
Filipinas es una nación formada por más de 7000 islas situadas al sur de China y al norte de Indonesia, en el océano Pacífico.
Se divide en tres grandes regiones: Luzón (donde encontramos la Capital, Palawan y Boracay, entre otras muchas islas), las Bisayas (a esta zona pertenecen Cebú, Bohol, por ejemplo) y Mindanao (la región más alejada y donde está Siargao como destino más prometedor).
Su moneda es el peso filipino y tiene un clima tropical con una estación húmeda y una seca, en la que estamos ahora mismo.
Este hermoso país conformado por miles y miles de paradisiacas playas, selvas, volcanes, montañas y cascadas; un día fue colonia española. Aunque el idioma apenas ya se habla entre sus gentes, siendo el filipino y el inglés los más usados, los españoles sí dejaron hueya en cuanto a la religión (casi todos son cristianos), los nombres tanto de las personas como de calles y pueblos; y quiero pensar que la alegría de sus gentes, porque aquí todo el mundo sonríe, aunque no me extraña. Esto es un paraíso.

Y por fín llegamos a Puerto Princesa. Eran ya las 6 pm y, aunque para nosotros era un punto de descanso para llegar a nuestro verdadero destino, queríamos aprovechar para ver algo. Asi que corrimos a tomar un trycicle (una especie de moto con sidecar) que nos llevaría a la pensión "Aniceto", que habíamos leido que estaba bien y a buen precio. Solatamos macutos y a caminar.
Las primeras sensaciones nos evocaron al interior de nuestra querida Bali: muchas calles sin asfaltar, vegetación por doquier, motos, trycicles, coches, una iluminación bastante pobre y mucha gente comiendo en puestos, en mercadillos o simplemente charlando.
Paseando nos cruzamos con un par iglesias y la Catedral de la Inmaculada Concepción, a los pies de la cual unos animados jovenes jugaban un partido de básket (el deporte estrella aquí). Observamos algún que otro monumento y nos dejamos caer por el paseo marítimo lleno de puestos y bares y el lugar idóneo para parar y tomar la primera cerveza San Miguel.
Rápido hicimos hambre y nos dirigimos al restaurante "Imas", un vegetariano que había fichado y donde comimos muy rico.
Aquí, aparte de los restaurantes más dedicados a los turistas donde pueden prepararte comida occidental cara, lo normal es comer en caldererías, restaurantes locales donde por 1 o 2 euros tienes una ración de arroz a la que le echas los complementos que quieras de las cacerolas allí servidas, muchas veces con la bebida incluida. El problema para mí es que aquí comen muuuucha carne y pescado, aunque por ahora no me quejo.

Poco más pudimos hacer. Volvimos a caminar de vuelta a la pensión y reservamos nuestros billetes allí mismo para ir a Port Barton, un pequeño pueblo costero, del que ya os hablaremos.

P.D.: Estamos teniendo problemas con el wifi, asi que cuando cojamos uno bueno iremos colgando todo lo que podamos para ir teniéndoos informados. Besos

No hay comentarios:

Publicar un comentario